Generación de los 80 vive grata infancia

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¿Quiénes fueron más felices en tu infancia: tus padres, tú o tus hijos? Si se lanza esta pregunta en una reunión familiar es muy probable que se genere un debate en el que se podrá escuchar desde “yo lo tuve todo”, “mis padres nunca estaban”, “me dejaban hacer lo que quería”, “siempre tenía que pedir permiso”, hasta “nunca íbamos de vacaciones” y una lista casi infinita de apreciaciones.

Pero, según una investigación, quienes nacieron en la década de los 80 dicen haber vivido más felices su niñez que los nacidos en décadas previas.

Los resultados de la encuesta, aplicada vía telefónica a 850 adultos a nivel nacional, revelan que 65 por ciento de los nacidos en los 80 tuvo una infancia “muy feliz”, a diferencia del 51 por ciento de quienes nacieron en los 70, 47 por ciento en los 60 y 43 por ciento en los 50.

Tomando en cuenta que la valoración de la felicidad es subjetiva, para Enrique González Ruelas, psiquiatra miembro del Grupo Interdisciplinas Congnitivo Conductuales, la percepción de los entrevistados tiene mucho que ver con su edad.

“Las personas mayores, al tener más experiencia y madurez para calificar su historia, seguramente tienden a decir que su niñez fue más dura”, comenta el experto en psiquiatría infantil.

Libertad y expresiones de Amor :heart:

Pero los resultados también pueden ser reflejo de que los niños de los 80 fueron la primera generación de hijos de padres más liberales, quienes en los 70 y 60 desafiaron el autoritarismo político, social y familiar, considera Adriana Segovia, terapeuta familiar del Instituto Latinoamericano de Estudios de la Familia (ILEF).

“Los padres de los ahora jóvenes de entre 17 y 27 años, empezaron a crear relaciones menos verticales y autoritarias con sus hijos que las que ellos tuvieron con sus padres”, señala.

Otra parte importante de la felicidad tiene que ver con la capacidad de los padres de dar amor, que poco a poco se ha ido modificando, agrega González Ruelas.

Por ejemplo, en la década de los 50 no estaba bien visto que los hombres hicieran expresiones de amor porque se les consideraba femeninos.

“Además en esa época la idea del castigo físico era más aceptada y actualmente, tanto papás como mamás son más capaces de dar afecto y son mucho menos golpeadores y castigadores”, señala el psiquiatra.

Sobre cómo se comportaban en el hogar, 7 de cada 10 nacidos en la década de los 80 dijeron haber sido “traviesos” y 2 de cada 10, “obedientes y bien portados”.

La tendencia de los nacidos décadas atrás fue a menos en número de “traviesos” y a más en “obedientes y bien portados”.

Satisfacer, pero con Límites :pconfused:

Ahora es común considerar como valiosos a niños y niñas que expresan qué es lo que sienten, quieren o necesitan, dice Segovia.

“Pero me preocupa el extremo contrario del autoritarismo, como el preguntar todo al niño o satisfacer todos sus deseos, pues a veces no tiene el criterio para decidir o puede perder el juicio de realidad cuando no tiene límites”, advierte la terapeuta.

Cuando se les da todo y sin restricciones, sin que hayan luchado por obtenerlo, es difícil que lo puedan valorar, y al no tener algo que valorar, disminuye su nivel de satisfacción y felicidad”, coincide González Ruelas.

Si usted es padre o madre y quiere que sus hijos conserven recuerdos gratos de su infancia no hay más que respetar y satisfacer sus necesidades físicas y emocionales, poniendo límites con respeto, cariño y firmeza, sugiere Segovia.

“Lo determinante no es la época en la que se nace, sino el cariño y el afecto con el que se es criado y educado”, concluye González Ruelas. Fuente: Reforma

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