Thor: Ragnarok (2017)

En su tercera aventura cinematográfica en solitario, Thor, el Dios del Trueno, retorna con una aventura en la que experimenta un cambio total en apariencia y actitud.

Al comienzo de la película, encontramos a Thor en una suerte de viaje de autodescubrimiento. En el camino, irá descubriendo toda clase de caos en los diferentes reinos y toda clase de villanos que han sido liberados.

Thor es atrapado por un malvado de nombre Surtur; quien le anuncia que el amado planeta natal del dios del Trueno, Asgard, está a punto de ser destruido por un evento denominado Ragnarok.

Thor tratará de prevenir este suceso, en el camino se reencontrará con su hermano Loki e irán en busca de su padre, Odín. Pero desconocen la existencia de un familiar incómodo. Así, Thor se verá enfrentado incluso a sus propias creencias.

Y si lo que buscas es entretenimiento, no pasará un minuto antes de que empieces a reir, constante que se repetirá todo a lo largo de la película.

Como buen filme de Marvel, pero de manera aún más funcional y llamativa, la naturalidad con la que fluyen los diálogos evidencia el que los actores se conozcan tan bien.

Obviamente, no le falta acción y violencia, que sin ser muy fuerte, es más gráfica que en otras películas de la saga (prevenidos papás). Lo cual se une a efectos especiales muy atractivos, de cinematografía casi etérea, como provenientes de un sueño.

Efectivamente, detractores: éste es un filme que no descubre el hilo negro; pero el buen rato que nos hace pasar y la sonrisa con la sales de la sala, indican que vale la pena. info via Adriana Fernández