Luca (2021)

Luca es un niño tímido, obediente y demasiado temeroso para meterse en problemas, hasta que conoce a un amigo, quien lo invita a conocer un mundo de aventuras. Juntos, viven un verano lleno de helado, pasta y viajes por la Riviera italiana.

Como muchos protagonistas de Disney antes que él, Ariel, Nemo o Moana, el joven desafía la autoridad de los padres en nombre de la aventura. Y podriamos decir que Luca es un poco como una mezcla entre la sirenita y Pinocho, un ser con raíces folclóricas y una personalidad moderna.

En una isla rocosa cerca de su casa, conoce a Alberto, una persona atrevida y algo salvaje. Y luego de una temporada de travesuras imprudentes, la mayoría construyendo scooters para luego destrozarlos en las olas, los amigos se dirigen a un pueblo pesquero, donde les aguarda un peligro más serio y una diversión más complicada.

Ahí conocen a Giulia, una joven con el mismo nivel de energía, y quien ansía participar en el evento del verano, un triatlón anual en el que tres personas nadan, andan en bicicleta y comen pasta.

Como se podrán imaginar, Giulia ha encontrado al resto de su equipo, y la joven no duda en invitarlos a casa a conocer a su padre.

Ahora, los jóvenes deberán guardar su pequeño secreto, que ambos son monstruos marinos, y si son descubiertos terminará la diversión.

Los personajes son muy simpáticos, sin la complejidad de anteriores cintas, sobre todo Giulia, la niña humana con la que entablan una amistad. Más cuando sus exclamaciones de asombro se refieren continuamente a santos con nombre de queso.

Se trata de una carta de amor a esa hermosa región en Italia, en conjunto con el lado fantástico que le encanta a Pixar. Juega con el secreto de los chicos y le agrega un sentido de emoción, vergüenza y peligro al sentirse fuera de lugar.

Uno de sus fines es el de recuperar las emociones que hemos olvidado como adultos, después de todo, jugar es algo maravilloso, que nos llena el corazón.

Debido a la pandemia, la producción tuvo que realizar muchas de sus labores desde casa, por ejemplo, los actores no pudieron acudir a un estudio tradicional y tuvieron que grabarse en casa, incluso encerrados en sus closets para obtener un mejor sonido.