Elementos (2023)

No sé si coincidan, pero Elementos podría ser la película de Pixar que menos nos ha emocionado en los últimos años. Los colores nos recuerdan notoriamente a Intensa-Mente, y el alcance de la historia no parece claro en un principio.

Por lo pronto, Ember es una flama adolescente que trabaja con su padre en un local que tienen en Ciudad Elementos. En él venden dulces carbonizados y otros productos inflamables. Sin embargo, Ember tiende a encenderse rápidamente. Pero para calmar el calor, llegará Wade, un ser de agua, capaz de entibiar las cosas.

Elementos de Pixar parte de una premisa a la que no le falta originalidad: cómo, en la ciudad del título, conviven los elementos de los alquimistas: la tierra, el aire, el agua y el fuego.

Fiel al estilo de casa productora, hay una explosión visual en la que no se descuida ni el más mínimo detalle: el tipo de productos, casas y transporte de los diferentes personajes de acuerdo a su composición. No se extraña el ingenio ni la creatividad en la animación y visualmente es muy cálida y atractiva.

Total, Ember está hecha de fuego y Wade de agua. Ambos derribarán mitos y creencias al desafiar las reglas de la física para demostrar que sí puede existir un vínculo de amor entre ellos sin que peligren sus vidas.

Aunque son personalidades con emociones distintas, Ember y Wade tienen mucho en común y saben que su historia de amor no será bien vista por sus padres; pero la mamá de Ember tiene el don de detectar el amor, ella es muy apasionada y desafiante. y se nota.

Cada grupo de elementos (tierra, fuego, aire y agua) vive en diferentes ciudades porque piensan que, al convivir entre ellos, se perjudicarían y dejarían de existir.

La cinta tardó siete años en completarse, sobre todo por la historia, la cual está inspirada en la infancia del director, quien creció como hijo de personas inmigrantes surcoreanas en El Bronx, Nueva York, durante los años 70, por lo que intentó reflexionar sobre la diversidad étnica y el choque de culturas.

Con todo y momentos genuinamente emotivos al final, esta cinta se siente algo forzada, quizá como si hubieran seguido una receta muy precisa: los Elementos dan color, pero la mezcla pudo ser mejor.