El origen de 13 supersticiones fantásticas

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A continuación, una lista con las supersticiones más comunes que tenemos en el mundo occidental y que a pesar del paso de los años, muchas de estas se siguen transmitiendo a las nuevas generaciones. Hay quienes afirman no creer en las supersticiones ni tener ninguna, pero puede ser que alguna de las que se citan a continuación la hayas escuchado má sde una vez en tu vida.

El gato negro

En las culturas occidentales, los gatos negros son vistos como augurio de mala suerte. Se los asocian a brujas y en muchas culturas se cree que si un gato negro se cruza en tu camino es señal de desastre o hasta de muerte. Los apostadores temen especialmente la maldición del gato negro; muchos al cruzarse con uno de ellos camino al casino abandonan su plan.

No obstante, no todas son malas noticias para los gatos negros: en algunas culturas, entre ellas Japón, Gran Bretaña e Irlanda vale lo contrario, son vistos como portadores de buena suerte.

Macbeth

Los actores suelen ser supersticiosos y en ningún otra obra de teatro esto se hace más palpable que en Macbeth de Shakespeare. La creencia sostiene que decir “Macbeth” en una sala de teatro -afuera o en la misma representación de la obra- traerá infortunios a la producción, por lo que los actores se refieren a ella simplemente como “The Scottish Play” o “La obra escocesa”. Se dice que diversas producciones de Macbeth atrajeron el desastre desde la primera representación: la leyenda cuenta de un actor principal asesinado con una daga real, utilizada en lugar de una de utilería.

La otra superstición bien conocida en el medio actoral es que desear a alguien “buena suerte” antes de subir al escenario le ocasionará el destino opuesto, de modo que los actores se desean entre sí “romperse una pierna”, en el supuesto que desear mala suerte puede provocar lo contrario. El origen exacto de esta superstición no es claro pero se piensa que nació en los años ’20 del siglo XX.

Gárgolas

Colocar esculturas con formas de figuras o máscaras en el exterior de un edificio podría parecer sin sentido, pero la frecuencia con la que aparecen, desde los “Hunky Punks” y las algo obscenas “Sheela na Gig” de Irlanda y el Reino Unido hasta las reales gárgolas de la Catedral de Notre Dame en Paris como la que se muestra arriba, prueban lo contrario. Técnicamente, son formas de magia apotropaica, una forma de aventar al demonio. Las verdaderas gárgolas sirven a otro propósito, mucho más práctico: sus bocas son el extremo de un ducto que canaliza el agua de lluvia de los techos de las iglesias.

La mano del muerto

La mano del muerto es una jugada de póquer con un par de ochos y un par de ases, ambos negros, más una quinta carta no especificada. Es considerada una mano de póquer funesta, pese a ser, de hecho, una mano bastante buena. ¿Por qué? Según la leyenda, esa era la mano que recibió “Wild Bill” Hickok, famoso agente del orden y pistolero del lejano oeste, cuando fue asesinado mientras jugaba póquer en Deadwood en 1876. Hay pocas evidencias de la veracidad de la historia — ningún relato de contemporáneos dice qué cartas tenía el muerto en sus manos — pero eso no ha detenido la creencia de los supersticiosos apostadores. Si alguna vez observas a un personaje de una película recibir esta mano, existe una buena posibilidad de que encuentre su fin en la historia muy pronto.

Dedos cruzados

Cruzar los dedos como deseo de buena suerte (o, en secreto, para evitar cumplir una promesa) es algo común en todo el mundo, aunque su origen no es claro. Parece más utilizado en países cristianos, sugiriendo que está relacionado con el signo de la cruz. No obstante, otros sugieren que puede ser un antiguo gesto pagano o nórdico, o posiblemente una superstición creada por los arqueros durante la Guerra de los cien años entre Inglaterra y Francia (los arqueros echaban hacia atrás el arco con sus dos dedos principales).

Espejos rotos

Es conocida la superstición de que la rotura de un espejo generará siete años de mala suerte. Se piensa que está creencia se basa en la idea de que un espejo captura parte de tu alma. De modo que si un espejo se rompe, parte de tu alma se rompe también. Esta es la razón por la que en algunas cultura se cubren espejos y superficies reflectantes cuando alguien muere: es para permitir que el alma deje el lugar sin quedar atrapado en un espejo.

Derramar sal

Es una vieja superstición creer que derramar sal es un mal presagio. Se dice que se remonta a la tradición cristiana: Judas Iscariote habría derramado sal durante la última cena, poco antes de traicionar a Jesús. De hecho, sus orígenes son probablemente mucho más prácticos: hasta hace poco, la sal era cara, de modo que derramarla era realmente signo de mala suerte. Era también utilizado como signo de amistad y hospitalidad: derramar la sal ofrecida por tu anfitrión era un mal signo.

Como en el caso de los gatos negros, derramar sal puede servir en ambos sentidos. Otra creencia popular sostiene que arrojarse una pizca de sal sobre el hombro izquierdo trae buena fortuna y te resguarda del demonio.

El número 666

Hexacosioihexecontahexafobia es, técnicamente, el nombre del miedo al número 666, otrora conocido como el número de la bestia. Esta superstición proviene sin lugar a dudas de la cristiandad: el número es citado como representativo de Satanás en el Libro Bíblico de las Revelaciones. Ha ganado popularidad por aparecer en películas como “La Profecía” (arriba) y fue tomado tan seriamente por el ex Presidente de los EE.UU. Ronald Reagan, que cuando se mudó a una casa particular al finalizar su presidencia cambió el número de ese domicilio, 666, por el 668.

No obstante, parece que todos estuvieron equivocados: en 2005 un grupo de estudiosos anunció el descubrimiento de evidencias de que ese número era el 616, y no el 666…

La suerte de la pata de conejo

La extraña tradición de llevar una pata de conejo en el bolsillo para atraer la suerte no nace de este animal, sino de la liebre. En las regiones medievales de Europa existía la creencia de que las brujas se transformaban en liebres para beber la leche de las mujeres que habían dado a luz. ¿Pero cómo nace esta creencia? Antiguamente, las cabras, vacas, cerdos, liebres y otros animales de granja entraban libremente en la casa de sus amos, ya que la familia aprovechaba su calor corporal para protegerse del frío invernal. Los campesinos criaban liebres para comérselas y las cuidaban con esmero y cariño. De hecho, por ejemplo, los antiguos britanos pensaban que estos animales eran criaturas mágicas que incluso había que evitar ingerir.

Pasar por debajo de una escalera

Muchos consideran que caminar debajo de una escalera trae mala suerte. A pesar de algunas teorías que sugieren que esto tiene que ver con que el triángulo formado por una escalera que representa la sagrada trinidad cristiana, la explicación mas probable es mucho más simple y obvia: pasar debajo de una escalera es bastante peligroso. Es solo una recomendación sobre salud y seguridad vestida de superstición.

La cadena de cartas

Una cadena de cartas es una costumbre antigua que data al menos de 1888. En una carta se le pide al destinatario que haga copias de ella y las distribuya, advirtiendo a veces de algún terrible hecho que puede sobrevenirle si no cumple (a veces se mencionan hechos terribles sucedidos a quienes no la reenviaron). La llegada del correo electrónico y las redes sociales -que han facilitado el envío de mensajes- no han hecho más que aumentar la popularidad de estas cadenas. Mientras que muchas son triquiñuelas para hacer dinero, los motivos detrás de las más supersticiosas no están claros, más allá del simple deseo de ver hasta dónde se puede llegar.

Suena a cadena de e-mail ¿no?

La bruja negra

La mariposa nocturna Bruja negra (Ascalaphaodorata) es vista como anuncio de muerte e infortunio en creencias del Caribe y de Centro y Sud América. En México se cree que si en la casa de un enfermo vuela una de estas mariposas, la muerte está cerca. En Jamaica, donde es conocida como “falso murciélago”, se piensa que es un alma en pena que trae mala suerte. Aunque esta mariposa se destaca por su halo supersticioso, no está sola: en las culturas centroamericanas se han asociado a la muerte todo tipo de mariposas nocturnas.

La Bruja negra fue presentada de forma horripilante en la novela “El silencio de los inocentes”, pero fue reemplazada por la mariposa Cabeza de muerte en la versión filmada, quizás porque luce más terrorífica.

El número 13

La creencia de que el número 13 trae mala suerte está tan difundida que sus orígenes se confunden. Diferentes teorías la vinculan con una tradición cristiana (nuevamente relacionada con la última cena, donde Judas habría estado sentado en el decimotercer lugar de la mesa); una tradición vikinga (el dios embaucador Loki sería el decimotercer dios) y el zodíaco persa (en el cual hay doce signos dejando el número trece para representar el caos). El miedo concreto a los viernes 13 se remonta al siglo XIX, combinando dos supersticiones: el miedo al número 13 y la creencia de que los viernes son días de infortunio.

El miedo morboso al número 13 es conocido técnicamente como “triscaidecafobia” y es tan común que algunos edificios no tienen piso 13, pasándose directo del 12 al 14. FUENTE: Tom Phillips.

¿Crees en este tipo de supersticiones? :blackeye:

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