Este es el tipo de historia que creo que deberíamos ver más en el mundo de los negocios. The Walt Disney Company tiene una larga historia de proteger de forma agresiva sus marcas. En los últimos años, Disney ha pasado mucho tiempo en la sala de la corte tratando de proteger su marca sobre los personajes de Winnie the Pooh. Los tribunales se han pronunciado a favor de Disney y esencialmente, ese caso está cerrado.
Así que cuando leí un titular que sugería que Disney estaba en otra batalla de la marca Pooh, me preparaba para ver actuar el brazo fuerte de Disney. Pero resulta que esta historia tiene un final feliz para todos.
El dueño de una tienda británica, y un autoproclamado “poohologista”, Michael Ridley tiene un pequeño museo y tienda enfocado en los personajes que ama tanto.
Incluso se ha asesorado con Disney sobre la próxima película de Winnie the Pooh. Ridley decidió registrar la marca el nombre de su tienda como “Pooh Corner” (La Esquina de Pooh), lo cual desató las alarmas en el departamento jurídico de Disney.
Disney como propietaria de la marca Pooh busca evitar la confusión y a toda costa que ésta se convierta en una marca común.
La respuesta típica es la de enviar una carta de ‘cese y desista’, que por lo general significa el final del negocio demandando. Pero hay una respuesta alternativa, llegar a un acuerdo de licencia para hacer uso legítimo y limitado de la marca. Esto protege la marca y permite a ambas partes a seguir trabajando, y, en este caso se crea un valor agregado.
Hemos de estar felices, ya que al menos en este caso Disney y Ridley fueron capaces de llegar a ese acuerdo. Con información de: John Frost.
