Black Widow (2021)

Desde su primera aparición en Iron Man 2, hasta su despedida en Avengers: Endgame, el personaje de Natasha Romanoff permaneció un misterio más allá de breves detalles que escuchamos o vimos en algunos diálogos o recuerdos esporádicos.

Al ser la única mujer dentro de los Avengers originales, por mucho tiempo se pidió que el personaje tuviera su propia película, y aunque llega con retrazo debido a la pandemia, por fin se materializó en la producción número 24 del Universo cinematográfico de Marvel.

Quizá lo más criticable, es que se siente tardía respecto a la secuencia de películas, y quizá la temática no se sienta tan ajustada a los tiempos que vivimos como sociedad, o incluso algunos pensarán que quedó fuera de contexto.

Empezando proque gran parte de la trama se sitúa inmediatamente después de Capitán América: Civil War y antes de Avengers: Infinity War, y que la aventura que aislada y por ende, tiene poca injerencia en el gran universo de la serie.

Durante la cinta, conoceremos a la familia de Natasha, su hermana Yelena, su padre Alexei y su madre Melina, y nos sumergimos en una trama de espionaje en la que se debe detener al megalómano Dreykov, un villano que solamente sale para develar todo su plan.

Como imaginarás, las hermanas han sido meticulosamente entrenadas como asesinas y terminan huyendo,

Quizá, la escena más memorable se lleva acabo casi al principio, cuando las hermanas se reencuentran en un mano a mano dentro de un pequeño departamento.

Ahí es también cuando conocemos a ese torbellino llamado Yelena, que deja una muy grata impresión e incluso la promesa de tomar el lugar que dejaría su hermana más adelante.

Sobre esta línea, la película trata de darle una despedida digna a Natasha, a pesar de ello, queda muy superficial, por lo que Natasha seguirá siendo un misterio para la mayoría de los espectadores.