Pantera Negra (2018)

La guerra contra Thanos está a punto de comenzar, pero antes de la llegada de Avengers: Infinity War en el verano, Marvel Studios nos presenta una ambiciosa e inclusiva película: Pantera Negra (Black Panther).

Poco después de los eventos ocurridos en Captain America: Civil War, donde el T’Challa hizo su debut en el Universo Cinemático Marvel.

En ese entonces, T’Challa perdió a su padre T’Chaka, y ahora está aprendiendo a ser en el nuevo líder de su pueblo; sin embargo, aún sigue lidiando con la pérdida y el dolor.

Él se encuentra en una transición emocional muy fuerte, pero se verá interrumpida de forma abrupta. Y su mundo dará otra vuelta radical.

Wakanda es un país africano con una doble identidad: hacia el exterior aparenta ser una nación subdesarrollada, sumida en la pobreza. Pero en realidad, tiene el principal yacimiento de un material extraterrestre, vibranium.

En la ausencia del diplomático, su némesis, Erik Killmonger, un letal ex soldado entrenado por los americanos y exiliado de Wakanda, trata de apoderarse del país.

Erik tiene su propio punto de vista sobre lo que debería ser y pasar en Wakanda. Tiene sus ojos clavados en el trono y hará hasta lo imposible por conseguirlo.

Killmonger unirá fuerzas con el traficante Ulysses Klaue, mientras que T’Challa hará lo propio con el agente de la CIA Everett K. Ross.

Todo esto en medio de una acción sin fin, llena de efectos especiales asombrosos. Además, y aunque considero que no deberíamos tener que mencionarlo en el siglo que vivimos, la cinta cuenta con un reparto mayoritariamente afroamericano.

Y por si fuera poco, l película apuesta por poner al frente de la historia a un grupo de mujeres poderosas y explosivas. Entre ellas está Shuri, la hermana menor de T’Challa, una genia tecnológica que diseña los dispositivos que usa su hermano, una mujer científica, inteligente y fuerte.