Indiana Jones y el Dial del Destino (2023)

En 1912, Indiana era un pequeño boy scout, amante de la historia y la arqueología debido a la influencia de su padre, obtuvo su icónico sombrero de un rudo saqueador, llamado Fedora, quien después de recuperar la Cruz de Coronado que el joven Indiana le arrebató en un tren, le regala el sombrero.

A partir de ese momento, Indiana comienza una vida de aventuras, que lo llevan a buscar el Santo Grial junto a su padre o perseguir la Calavera de Cristal con su hijo.

Ahora, en El Dial del Destino, va, con su ahijada, tras un artilugio creado por el griego Arquímedes, y nuevamente se topará con los nazis.

En 1944, el arqueólogo Indiana Jones recupera la mitad de Antikythera, una antigua esfera construida por Arquímedes, de manos del científico nazi Jürgen Voller. Así, evita que caiga en las manos de Hitler, y el funcionario alemán no olvidará esta afrenta.

De todos los personajes icónicos que se han desempolvado en los últimos años, Indiana Jones, profesor titular de arqueología que nunca se preocupó demasiado por ensuciarse las manos, parece ser uno de los más divertidos.

Todos los sellos distintivos de la serie están presentes, cuidadosamente conservados como tesoros arqueológicos: hay un ingenioso y elaborado sistema de cuevas con trampas explosivas, hay una secuencia de mapas retrospectiva, y hay un montón de nazis, listos para el puñetazo.

Pero también hay algo de tristeza y arrepentimiento, un hombre sin tiempo, finalmente se le acaba el tiempo y contempla las ruinas de su vida; un tono que a veces se siente inusualmente sombrío para este tipo de cintas.

Total, la trama viaja años adelante, a 1969, cuando Indy vive en la decepción y amargura tras haber perdido a su amada Karen Allen y a su hijo.

Es entonces cuando llega Helena, hija de su amigo Basil Shaw, quien roba una parte del antikythera y busca involucrar a Indiana porque sabe que es capaz de encontrar el resto del artefacto.

Eso, solo si no los encuentra antes Voller, quien también busca el tesoro con unas intenciones más oscuras que las del propio Hitler.

Como no podría ser de otra manera, Indiana se ve envuelto en la avalancha de acontecimientos, puertas secretas, mensajes ocultos, mapas, lenguajes ancestrales, persecuciones, peleas y el humor que caracteriza a la saga, para brindar un cierre que; sin embargo, siempre puede quedar abierto.