WALL-E (2008)

Cuando se pone triste, sus ojos en forma de binocular se mueven hacia abajo, pero cuando sonríe, su cuello se alarga y su mirada inmediatamente regresa a la posición original.

Además, chifla y gira sobre su propio eje, levanta las manos y es capaz de voltear su cuadrado cuerpo 360 grados sin que se mueva su cabeza, esas son algunas de las características físicas del pequeño WALL-E, quien, a pesar de que sólo sabe decir una palabra, conquista los corazones de quienes lo conocen.

Para lograr todas esas cualidades del minirobot, fueron necesarios unos mil 200 bocetos, lo que la convierte en la historia que más dibujos ha tenido en Pixar; sin embargo, lo más complicado al momento de crearlo no tuvo nada que ver con los aspectos técnicos, sino con el desarrollo de la trama.

Andrew Stanton, director del filme que hoy se estrena, explicó que, al igual que otras películas de animación en las que ha tenido la oportunidad de trabajar, fueron necesarios cuatro años para desarrollar el filme.

“La parte más complicada a menudo es la historia, porque es lo que hace que cualquier película sea buena. Yo no soy muy rápido para escribir todo bien a la primera. Tengo que reescribir muchas veces y me toma años que me salga bien.

“La verdad es que, en este caso, en la parte técnica no tuvimos que resolver nada, digamos, muy nuevo. Simplemente fueron elecciones distintas, cosas distintas que le movimos”, indicó. El también codirector de Bichos agregó que en la creación de WALL-E se requirió del trabajo de unas 250 personas.

La película cuenta la historia de un pequeño robot, cuya tarea consiste en limpiar la basura de la tierra, pues por esta razón la humanidad tuvo que irse a vivir al espacio.

Sin embargo, un día, mientras trabaja, conoce a EVA, una robot que se da cuenta de que WALL-E encontró la clave para que los seres humanos regresen a vivir al planeta, y por quien está dispuesto a arriesgarlo todo, incluso su vida.

“Sobre la historia simplemente diré que se trata del último robot que queda sobre la Tierra, y que se pregunta cuál es el punto de vivir, ese es el tema con el que siempre trabajé desde que la escribí, que el amor racional vence la programación de la vida.

El cineasta agregó que el proceso de creación física de WALL-E fue muy largo y que éste se hizo por etapas.

“Lo primero fue que yo sabía que quería que fuera un niño, y EVA una niña; entonces, empecé con algo cuadrado para él, porque es algo muy masculino, y un círculo para EVA, porque ella es muy femenina. Luego le pusimos sus piecitos, que son como estas llantitas de los camiones de guerra. De alguna manera la parte difícil era cómo hacerle su cara.

“Una vez estaba en un juego de beisbol, sentado muy, muy atrás y alguien me prestó sus binoculares, los volteé, me les quedé viendo, y ya ni hice caso del juego, porque se me fue el tiempo haciendo caritas con los binoculares, si los ponía de una forma parecía que estaba triste o contento y dije: ‘Es éste’, había toda una alma en esa carita”, recordó Stanton. FUENTE: Dalila Carreño