Seguramente ya viste a Halle Bailey, una actriz joven afroestadounidense, en el papel de Ariel, en la nueva versión de Disney para The Little Mermaid (La Sirenita).
Quizá no lo comprendamos por completo, pero muchas niñas afrodescendientes crecerán con esta sirenita como referencia, como una inspiración.
No es una película para la nostalgia, las personas adultas ya tienen alguna versión de la historia, pero ahora ¿qué pasa con los más jóvenes? ¿Con las niñas de nuestros días?
Las críticas raciales se han enfocado en que Ariel no es blanca, o que si es “realista”, pero la realidad es que las niñas no van a pensar en eso, no les importa, al menos hasta que un adulto les llena la mente de ideas radicales.
Hay que crear nuevas subjetividades, nuevas formas de imaginarnos el mundo en el que todos vivimos.
Pero hay muchos adultos que creen lo contrario y han hecho afirmaciones crueles, por decir lo menos, sobre la película de Disney, y olvidan que está dirigida para un público infantil, relaitvamente inocente, y no para ellos.
Estas personas, sin embargo, no tenían quejas cuando personajes racializados eran interpretados por actores blancos y actrices blancas, ahí no hubo incongruencia o no quisieron verla.
Cuando dicen que la sirenita tiene que ser blanca, ¿por qué no puede haber una diversidad? ¿Por qué las niñas negras no pueden verse en ‘La Sirenita’?
¿Por qué parece que ciertos grupos o comunicades de personas blancas no pueden sentir simpatía hacia otras personas con otro tono de piel? ¿Por qué no pueden sentirse representadas en esta Ariel?
Cuando en 2019 fue anunciada la actriz y cantante afroamericana Halle Bailey para dar vida a Ariel, en el live action de ‘La Sirenita’, muchas personas adultas en redes sociales lanzaron ataques racistas contra la joven.
Y la situación no ha cambiado: tres años han pasado y estos ataques se repitieron en los primeros días de septiembre de 2022, cuando Disney por fin mostró el primer tráiler de la nueva película.
Pero Halle siendo Ariel rompe con el imaginario que existe sobre la primera versión de 1989, donde la caricatura muestra a una sirena blanca y pelirroja.
Suele ocurrir que las mujeres negras, y personas negras en general, son encasilladas en interpretaciones de las que no se les permite salir. Y pasa lo mismo con la batalla de los géneros, hombres y mujeres tenemos las mismas capacidades, anhelos y derechos ¿o no? info Emilia López