La Bella Durmiente es una verdadera princesa de Disney

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En el momento en que nos presentamos, oímos por el otro lado del auricular una melodiosa risa que pareciera una canción: “¡Oh!, qué lindo tu nombre, estoy segura de que podrías ser también un personaje animado de Disney”. Y vuelve a reír melodiosamente.

No hay duda. Estamos hablando con una princesa. Con la verdadera, la mismísima Princesa Aurora, la Bella Durmiente. Cuando insisto en que es un honor charlar con un personaje inmortal y clásico, la risa melódica vuelve.

Mary Costa es su verdadero nombre. La que dio voz y vida a Aurora, allá en 1959, en uno de los mayores clásicos de la filmografía de Walt Disney. Hoy, casi cinco décadas después, promociona el relanzamiento remasterizado de la película en DVD.

“¿Sabes? Estaba en Los Ángeles viendo la película”, comenta emocionada. “Realmente me impresioné con toda esta nueva tecnología. Muestra una perfecta claridad, un color que jamás había visto, las escenas son como pinturas que vuelven a la vida, y te rodea un sonido como de terciopelo. Reí y lloré todo el tiempo. Participar en esa película fue para mí una gran experiencia de mucho amor”.

En esos años, Mary tuvo el enorme privilegio de trabajar al lado de Walt Disney, de quien asegura que sólo tiene hermosos recuerdos.

“Fue mi mentor, mi guía. En la audición, Walt me dijo que le platicara cómo se sentía Aurora. Desde mi punto de vista, cuál sería su personalidad, cuál era la influencia de sus hadas madrinas, cómo se sentía viviendo en el bosque. Me dijo: ‘Deja volar tu imaginación, llena de colores tu mente. Deja que tu voz sea un pincel con el que vas a pintar el ambiente. ¿De qué color eres?’. Imagínate esa frase. Se me quedó grabada el resto de mi vida y fue algo con lo que siempre trabajé”.

Sus palabras, llenas de sentimiento, suenan como si relatara un cuento.

El trabajo de voz se hizo desde 1952 hasta 1955, porque en esa época no había ‘voice-over’ como ahora. Todo tenía que quedar perfecto en el micrófono, porque como decía Marc Davis, el animador: ‘La voz es el océano sobre el que las imágenes navegarán’. En ese aspecto era difícil que quedara todo perfecto. Marc se subía al escenario conmigo y copiaba cada uno de mis movimientos. Sobre todo de la cabeza y de las manos. Tenían modelos para el baile, pero en lo demás era yo'”.

Aunque Mary siempre se sintió privilegiada, quiso saber por qué ella había sido la elegida para llevar un rol que se convertiría en emblemático para la historia del cine de animación:

Le pregunté a Walt qué había visto en mí para el papel. Él llevaba ya tres años buscando a Aurora, y decía que si no encontraba la voz que buscaba, no haría la película. Me dijo que mi voz cantada era algo así como la extensión natural de las palabras habladas, que era muy melodiosa, perfecta para el personaje, porque sonaba cálida ya que cantaba y hablaba desde el corazón”.

Como buen amante de la música, Walt era fanático de Tchaikovsky y de su ballet de La Bella Durmiente. Además -según palabras de la cantante-, era como “un caleidoscopio”, estaba completamente involucrado en cada aspecto del trabajo.

Walt elegía todo: el director, cada personaje, la música, las escenas. Estuvo inmiscuido en cada parte de la película, con toda su mente y todo su corazón”.

Todas Somos Princesas

Se podría decir que Aurora es un personaje representativo de la mujer de los años 50. Muchos la acusan de ser demasiado pasiva y de que el Príncipe sea quien tome las riendas de la relación. Sin embargo, Mary va más allá en su análisis.

“Me sorprende responderte que en realidad, Aurora representa a cualquier mujer de cualquier época. No sólo de los 50. Es atemporal. Es una mujer clásica, con mucha imaginación. Evidentemente no tiene idea de lo que le va a pasar. Quizás habla distinto que las heroínas actuales, tiene otra velocidad, es más pausada. Pero representa la feminidad de cualquier mujer. Es muy femenina, pero muy fuerte a la vez, porque está dispuesta a luchar por su amor. Ella habla con sus hadas madrinas con carácter, porque en verdad quiere al joven que conoció, y estaría dispuesta a todo”.

De la diferencia de personalidad con las demás princesas de Disney, Mary nos presume que las ha conocido a todas. “Es increíble, pero todas tienen la personalidad de su princesa y la transmitieron.

“Todas son extraordinarias, muy diferentes entre sí. Creo que toda mujer tiene dentro de su corazón a una Cenicienta, pero yo no tengo una favorita, todas son admirables. La primera película que vi en mi vida, cuando tenía 6 años de edad, fue Blanca Nieves (1937) y quedé totalmente impresionada. Mis papás me mandaron hacer una capa azul de terciopelo, que yo usaba todos los días.

Jamás me imaginé que al crecer, yo misma sería una princesa de Disney. Cuando fui al cine a ver la premiere de La Bella Durmiente con mi mamá, y empezó la escena en el bosque, ella de la emoción, gritó muy fuerte: ‘¡Mary, eres tú! ¡Es tu retrato!’. Fue un gran sueño hecho realidad”.

En el mundo de Disney, ¿podría ser de otra manera? FUENTE: Doly Mallet

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"A tubby, little cubby all stuffed with fluff".
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