Los primeros minutos de “The Marvels” son una serie de flashbacks diseñados para poner al día al público. E incluso para los fanáticos del Universo Cinematográfico de Marvel, la cantidad de conocimiento necesario para ver la cinta o un programa del UCM hoy en día equivale a un diplomado.
Parece que el público se está cansando de hacer esas tareas. Un año de menores taquillas es una prueba más de que el cinéfilo casual de superhéroes se está volviendo cada vez más raro.
De las películas del 2023, “Guardianes de la Galaxia Vol. 3” generó la mayor cantidad de dinero, pero fue taciturno, poco agradable y no ofreció un cierre; esta secuela estaba destinada a servir como un cambio de guardia, presentando una nueva alineación de Guardianes.
“Ant-Man and the Wasp: Quantumania” se enredó en su pseudociencia psicodélica con una mezcolanza de efectos visuales mal ejecutados.
Del lado de DC Comics, la hazaña más impresionante que logró “The Flash” fue elegir a un actor principal problemático para interpretar no una sino dos versiones del mismo personaje en una tediosa trama de viaje en el tiempo que ya se había logrado con más éxito en la serie de televisión del mismo nombre.
Y aunque “The Marvels” estaba pensada para ser la gran superproducción de superhéroes del otoño, carecía de imaginación, no tenía nada de especial y estaba puramente dirigida a un público ya en sintonía.
Es la cinta del UCM de peor desempeño hasta el momento, y una representación perfecta del agotamiento tanto del lado creativo como del público.
A medida que las franquicias continúan creciendo y amenazan con interactuar más entre ellas, se vuelve más difícil entender cuál es su objetivo cuando se trata de sus fanáticos.
¿Quién quiere ver 30 películas y 10 series de televisión de una franquicia para ver la siguiente cinta?
Más películas independientes, más inventiva, más desviaciones de las grandes tramas y configuraciones tipo machote darían a estas historias y a sus fans espacio para explorar, pero en cambio estamos atrapados en un ciclo de multiversos, narrativas y líneas de tiempo en constante expansión.
Las películas de superhéroes cambiaron la industria. No importa lo que pienses sobre ellas como arte, el ascenso de estas historias de cómics desde los márgenes hasta ser impulsores de la cultura popular fue veloz y notable.
Pero ahora estos Clark Kents, Bruce Waynes, Rocket Raccoons y diversos Marvel corren el riesgo de orquestar el fin de esta Era de los Héroes. Pero hay esperanza: Personajes que mueren. Historias que no se aferran a un concepto que se desmorona, sino que quizás comienzan de nuevo en otro rincón del universo.
Las películas de superhéroes solían ser súper. Los héroes siguen siendo tan fuertes como antes. Sólo necesitan películas a juego. info Maya Phillips