Walt Disney Co. está a punto de dar a conocer una tecnología que dice abriría paso a un cambio en lo que significa para un consumidor comprar una película o un programa de televisión. Con la tecnología, que se conoce bajo el nombre clave de Keychest, ser propietario significa tener derechos de acceso, pero no posesión física.
La tecnología permitiría que los consumidores paguen un precio único para tener acceso a una película o un programa de televisión desde múltiples plataformas digitales y aparatos, como Internet, iPhones y cine a la carta. También facilitaría otros negocios como suscripciones a servicios de películas en línea.
Disney argumenta que Keychest permitirá a las compañías de entretenimiento adaptar sus modelos de negocios a una nueva realidad en la que los consumidores dependen más de las computadoras y los celulares, en lugar de reproductores de DVD y televisores.
La empresa ha hecho discretas demostraciones de Keychest ante otros estudios de cine y empresas de tecnología con la intención de invitarlas a bordo. El plan es presentar oficialmente la tecnología el próximo mes.
Keychest se propone resolver dos de los principales obstáculos a una adopción más amplia de las descargas de películas: los problemas para reproducir una película en aparatos diferentes a computadoras de escritorio o portátiles y los límites de espacio de almacenamiento en los discos duros de dichas máquinas.
Keychest usa la misma lógica de “computación en nube” que subyace en aplicaciones de la Web, como Google Documents. Esto les permite a los usuarios almacenar archivos y fotografías en servidores de Internet remotos y tener acceso a ellos desde cualquier lugar, en vez de tenerlos en sus propias computadoras.
Con Keychest, cuando un consumidor compra una película en una tienda de descargas digitales participante, su cuenta con otros servicios vinculados, como el proveedor de telefonía celular y el servicio de cine a la carta de su operador de cable es instantáneamente actualizado para mostrar que el título está disponible para ser visto.
El lanzamiento se produce en medio de una coyuntura crucial en la industria del cine. Las ventas de DVD, que en su día constituyeron un pilar financiero de Hollywood, han caído en hasta 25% en algunos estudios. La venta de discos en formato Blu-ray y las descargas digitales no han crecido lo suficiente para compensar las pérdidas.
Combinadas, las ventas de discos Blu-ray y las descargas equivalen a apenas el 11% de las ventas totales de videos, según estimados de la industria. Los DVD representan el 89% restante. La proporción podría crecer a 20% el próximo año. FUENTE: Ethan Smith