Hotel Transilvania 3: Monstruos de Vacaciones (2018)

Administrar un centro turístico por varias décadas puede resultar extenuante, y prueba de ello es el Conde Drácula, quien debido a su obsesión por el trabajo ya hasta perdió las ganas de divertirse.

Es por eso que su hija Mavis le organiza unas vacaciones de ensueño a bordo de un lujoso crucero, el cual navegará entre risas en Hotel Transilvania 3: Monstruos de Vacaciones.

En esta entrega, la trama se centra más en todas aquellas nuevas experiencias del Conde Drácula.

Ericka llega a la vida de Drácula en un momento muy importante, pero ella tiene un bisabuelo muy malvado. Primero es muy amable y trata muy bien a todo el mundo, pero esconde mucho más matices.

De pronto se enoja, es explosiva, se molesta de que la regañe su abuelo, es muy berrinchuda y no sabe con lo que se va a topar al final de la película.

No obstante, entre los enredos que se suscitan en la trama, el personaje de Johnny, el enamorado de Mavis, pone el toque jocoso.

Johnny es muy importante. Lo vemos aquí rescatando la situación de conflicto que se va a dar. Y sigue siendo un personaje ocurrente, dormilón, despistado, travieso, pero muy muy amoroso.

Esta secuela iene lugar dos años después de la segunda parte y hace especial énfasis de la importancia de cómo la convivencia familiar es muy necesaria para que todos los miembros sean unidos y su desarrollo sea armónico.

Crystal, una mujer invisible, y Kraken, un enorme monstruo marino, son algunos personajes nuevos de esta aventura en la que algunas de sus amenidades del crucero con los protagonistas incluyen bronceado bajo la luna y visita al Triángulo de las Bermudas. via Rodolfo Zubieta