Coraline y la Puerta Secreta (2009)

Coraline es una preadolescente de cabello azul que se muda a una casa de 150 años de antigüedad donde sus padres intentan terminar un catálogo de jardinería.

A causa de la lluvia, Coraline vive encerrada y, para colmo, sus progenitores no le prestan atención. Sin embargo, al recorrer los rincones del lugar encuentra una puerta que le lleva a través de un túnel a otra casa, reflejo de la suya.

Un mundo paralelo donde habitan otros padres casi idénticos a los suyos, a excepción de que la miman demasiado y llevan botones en lugar de ojos. En poco tiempo, Coraline se dará cuenta de lo difícil que será escapar a su nueva pesadilla.

Coraline y la puerta secreta (Coraline/EU, 2009) se inspira en el eficaz libro de terror para niños escrito por el británico Neil Gaiman, coguionista de Beowulf (Ze meckis/2007) y autor de la novela El misterio de la estrella (Vaughn/2007).

Este universo delirante y siniestro regido con una lógica interna y un punto de vista muy humano a pesar de lo espeluznante de las situaciones, se conecta con otras cintas similares como El extraño mundo de Jack (1993), escrita por Tim Burton, y Jim y el durazno gigante (1996), escrita por Roald Dahl, dirigidas ambas por Henry Selick, el realizador idóneo para llevar a la pantalla Coraline.

Y es que a pesar de ciertas concesiones infantiles y fórmulas genéricas, Coraline y la puerta secreta no deja de tener cierto aire sórdido que recuerda otros relatos “infantiles” con una tensa carga moral y un horror cotidiano que se oculta bajo el barniz de historias aparentemente fantásticas para niños como Alicia en el país de las maravillas, El mago de Oz y Hansel y Gretel.

De ahí, el universo paralelo al que se llega a través de un espejo (o una puerta) con un gato que habla, una jovencita que enfrenta a una bruja y que intenta regresar a su hogar, o los niños secuestrados por otra hechicera para alimentarse de su cuerpo (o su ego), respectivamente.

Se trata de la primera película de animación stop-motion filmada en 3-D y alta definición con personajes muy atractivos como ese cirquero entrenador de ratones, o esas dos actrices en decadencia, en un filme entretenido y de gran impacto visual y sonoro, cuya protagonista deberá recurrir a su determinación para salvar a sus auténticos padres, a unos niños fantasmas y regresar a casa. FUENTE: Rafael Aviña

Tiene una clasificación general, pero en realidad es una película más seria, y algunas de las escenas son fuertes visualmente. Tomen sus precauciones si llevan chicos menores a 13 años.