El Juguete de Navidad (1986)

En 1986, muchos años antes de que Woody o Buzz Lightyear fueran el mejor regalo para Navidad, algunos juguetes ya habían pasado por esa odisea en El Juguete de Navidad.

Cuando no hay gente alrededor, estos juguetes pasaban el tiempo en la sala de juegos, pero debían tener cuidado, ya que cuaquier juguete que fuera sorprendido en movimiento o fuera de su lugar terminaría congelado para siempre.

Una Nochebuena, Rugby the Tiger recuerda cómo fue el juguete navideño favorito el año anterior y después de tal experiencia, quiere volver a ser el favorito este año, y no ser reemplazado por otro juguete. ¿Les suena familiar?

Sin embargo, Rugby no se da cuenta de que si Jamie lo desenvolviera nuevamente este año, lo vería fuera de su lugar normal en el que suele ponerlo y se congelaría para siempre.

Mew, el ratón de juguete del gato, no quiere perder a su amigo y alerta a los otros juguetes de los planes de Rugby y posteriormente lo sigue fuera de la sala de juegos para alertarlo y ayudarlo a regresar a su lugar.

Mientras tanto, Apple the Doll, a quien Rugby suplantó como juguete favorito hace un año, dirige a un grupo de juguetes de la sala de juegos para rescatar a Rugby.

Al encontrarlo en la sala de estar, Apple intenta explicarle el significado real de la Navidad. Pero Rugby se niega a creerle, e intenta meterse en una caja de regalo en el que se encuentra Meteora, Reina de los Asteroides, que desconoce su ubicación, o que se trata de un juguete. ¿Todavía no les suena familiar?

Meteora cree que ha aterrizado entre extraterrestres, y continúa la aventura. Los demás juguetes deben apurarse, sacar a Rugby de la caja y meter a Meteora antes de que los encuentren y todos terminen congelados para siempre.

Para salvar a su amigo, Mew se arriesga, es atrapado y termina congelado ante la mirada atónita de Rugby.

Solo entonces, Rugby se da cuenta de lo buen amigo que ha sido Mew para él y de lo egoísta que se ha comportado con todos. Rugby le agradece a Mew por su amistad y por preocuparse por él.

Después de esto, Mew recupera la conciencia, permitiendo que todos comprendan que pueden revivir a sus amigos siempre y cuando no los olviden y quieran volver a verlos cerca.

Finalmente, en la mañana del día de Navidad, Jamie y Jesse disfrutan de sus juguetes nuevos y se reúnen con sus juguetes actuales.