Una solución para ese Mar de Controles Remotos

ob.com
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Nuestra pasión por los aparatos tecnológicos ha causado una lamentable epidemia de controles remotos. Yo mismo tengo en mi casa una cesta de mimbre sobre la mesa de centro con un enredo de controles remotos para el televisor, el decodificador de televisión de alta definición, el receptor central de teatro en casa y unas cuantas consolas de videojuegos. Y cuando la cesta ya estaba a rebosar, añadí otro aparato para contrarrestar el desorden.

Existen controles remotos “universales” diseñados para que el usuario pueda operar múltiples electrodomésticos desde un solo control. Pero la mayoría de éstos, si uno consigue descubrir cómo funcionan, a menudo no ayudan mucho a simplificar la tediosa secuencia de botones que hay que presionar para completar funciones sencillas como poner a reproducir una película.

En mi caso, sólo encender el televisor puede tomarme hasta seis pasos en dos controles remotos diferentes, dependiendo de lo que estaba haciendo en mi sistema de teatro en casa antes de apagarlo la última vez.

Logitech International, el fabricante suizo de accesorios para computadoras, propone una solución a los problemas de la acumulación de controles remotos y el excesivo ejercicio digital para hacerlos funcionar con su serie de controles universales Harmony, los cuales son sencillos de utilizar y tienen precios relativamente asequibles.

Probé dos de los modelos más recientes de los controles Logitech: el Harmony 890 y el 1000, y me pareció que simplificaron en gran medida el uso de mi sistema de teatro en casa, pese a unos cuantos defectos. De hecho, ya es todo un reto lograr que muchos de estos controles universales funcionen, considerando la cantidad de electrónicos que se acumula en muchas salas de televisión.

Éstos, normalmente funcionan mediante la introducción de complicados códigos, que corresponden a cada aparato electrónico, después de consultar los números en el manual: un proceso complicado y fastidioso con muchas oportunidades para equivocarse.

Los usuarios de los controles Harmony los configuran mediante un método que me pareció mucho más simple, que consiste en conectarlos a una computadora Windows o una Mac mediante un cable USB. Un programa de software que viene incluido con los controles les pide a los usuarios qué tipo de aparatos quieren configurar, como un receptor central de teatro en casa, un televisor y una videograbadora digital. Lo único que necesitan los usuarios es el número de modelo de sus aparatos.

Una vez han introducido los números de modelo en el programa de Harmony, el software automáticamente descarga todos los comandos necesarios para configurar el control para que funcione con sus aparatos electrónicos desde una base de datos en línea de Logitech que contiene más de 200.000 artefactos, muchos más de los que encontraría en la lista de un manual de un control remoto programado de forma convencional. El software de Harmony localizó sin ningún problema todos mis electrodomésticos en su base de datos.

Una función importante de los controles Harmony son las llamadas “actividades“, la cual permite que los usuarios puedan reducir a uno la secuencia típica de pasos necesarios para llevar a cabo funciones básicas con sus sistemas de entretenimiento, como ver un DVD. Logitech no inventó este concepto, pero ha hecho que el proceso de configuración sea lo suficientemente sencillo como para que los usuarios no tengan que contratar a un instalador profesional, como sucede con muchos de los otros controles remotos universales.

Teniendo en cuenta la clase de electrónicos que tengo, el software de Harmony en mi PC me recomendó una serie de “actividades” para mis controles remotos, incluyendo “Ver televisión”, “Ver un DVD” y “Escuchar un CD”.

Para poner un DVD en mi sistema de entretenimiento, normalmente tengo que encender la TV y ajustar la fuente correcta de señal de video, prender el receptor central del sistema de teatro en casa (el cual utilizo para poner el audio cuando veo películas en DVD), y encender mi consola de videojuegos Xbox 360 (a través de la cual reproduzco los DVD). Todo este proceso requiere que presione hasta siete botones en múltiples controles.

El control de Harmony hizo que me bastara con presionar un botón para encender todos estos aparatos, aunque hubo algunos titubeos. Cuando seleccioné la actividad “Ver DVD”, el Harmony prendió todos mis electrónicos, salvo el de mi Xbox 360. Tras unos minutos explorando el software en mi PC, fui capaz de cambiar una configuración para corregir el problema y actualizar el control.

En total, me tomó 30 minutos configurar el primer control de Logitech que probé, el Harmony 1000, y la mitad del tiempo para el modelo 890, ya que para ese entonces ya me había familiarizado con el proceso.

Ambas versiones ofrecen funciones similares pero tienen diseños industriales radicalmente diferentes. El Harmony 1000 es un control en forma de tableta del tamaño de un pequeño marco de fotos, con una gran pantalla sensible al tacto y que tiene grandes botones para acceder las actividades y otras funciones de sus aparatos. El Harmony 890 es un control en un formato más tradicional alargado con una pantalla más pequeña.

Personalmente prefiero el diseño del Harmony 890, debido a que me pareció más fácil y natural de utilizar con una mano, además de que su precio es más económico. En Amazon.com, encontré el Harmony 1000 por US$272 y el Harmony 890 por US$222. El modelo 890 incluye un kit que permite extender el alcance del control al utilizar una frecuencia de radio en vez de señales infrarrojas.

En conclusión, ambos controles me hicieron la vida más fácil a la hora de utilizar mi sistema de entretenimiento y ayudaron a despejar un poco el desorden en mi sala. (Fuente: Nick Wingfield)

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