Toy Story 3 (2010)

Las trilogías cinematográficas generalmente desarrollan en su trama un proceso de madurez en historia y personajes. Toy Story 3 juega con estos temas no sólo en el aspecto narrativo, sino también en la animación y, sobre todo, en el uso del 3D como herramienta principal para transmitir la esencia de la película a la audiencia.

“Conceptualmente, en Pixar adoramos el 3D. Siempre nos interesó, pero no queríamos que esta técnica distrajera a la audiencia.

Cuando usamos el 3D en Toy Story, tratamos de que la pantalla fuera una ventana al mundo a como lo vemos en al realidad”, señaló Lee Unkrich, director de la cinta, en entrevista.

Más allá de de que Buzz vuele hacia el espectador, el 3D que se maneja en la película está enfocado a una mayor percepción de los entornos y en los movimientos de cada elemento en escena.

“No nos gusta aventar cosas al público para asustarlos o sorprenderlos. Más bien abrimos este mundo dimensional a la audiencia para que vean la profundidad de los espacios y la independencia de los personajes como si estuvieran en una verdadero espacio con miles de personas”.

Un ejemplo de ello es que, a lo largo del filme, interactúan más de 150 personajes, la mayoría de las veces en una misma secuencia. Cada uno tiene un movimiento particular y una tarea en específico, dotando a la historia un mayor realismo.

“Queríamos que el filme se viera igual o mejor que las películas más recientes que hemos hecho, pero a la vez que se sintiera como la primera Toy Story. Nos encantan los retos y con cada filme que hacemos inventamos nuevas tecnologías que nos permitan contar lo que queremos”.

Unkrich agrega que donde más se trabajó fue en la creación de la secuencia final de la cinta, que se desarrolla en un basurero, y en la creación de Lotso, un oso de peluche que no es tan tierno como parece.

“Lo más difícil para nosotros fue toda la parte final de la película. Todos los desechos, el incinerador, la trituradora, fue un reto enorme para todo Pixar. Algunas cosas de esta escena tardaron seis meses y otras más de año y medio de trabajo, sólo para que se viera realista”.

Y es que, si la primera película contaba la historia de Andy y sus juguetes, y la segunda se enfocaba en el miedo al rechazo, esta tercera parte refrenda el sentido de madurez que a final de cuentas se vive en la realidad.

“Siempre hemos tenido en cuenta que la tecnología es una parte importante de lo que estamos haciendo, pero para nosotros es de mayor importancia la historia. Si no tienes una narración interesante, por más que uses una técnica muy innovadora, el resultado será muy pobre”.

Este proceso de crecimiento es el que viven los juguetes en la trama de la nueva cinta, que se estrena el viernes, cuando todos ellos van a parar por equivocación a una guardería, pues temen que Andy, su antiguo dueño, los tire a la basura ahora que ingresa a la universidad.

Así, Woody, Buzz, Ham, Slinky, Rex y compañía, se embarcan en una aventura de suspenso y escapes carcelarios, muy en el estilo de cintas como Sueño de Fuga y El Gran Escape.

“Si ves Toy Story 3 muy de cerca, se siente como si vieras la primera parte, y lo mejor es que la textura y, sobre todo, la iluminación se sentirán más reales, más tangibles, algo nunca antes visto”. FUENTE: Rodolfo García.

¿Sabías qué…?

• Se utilizaron 4 mil computadoras para realizar la película.
• 6 horas para procesar cada uno de los 24 cuadros que existen en una imagen por segundo.
• 102 minutos dura la cinta
• 4 años y medio duró la producción
• 14 nuevos personajes
• 100 juguetes fungen como “extras”.
• 500 personas colaboraron en el filme