Valiente (2012)

Mérida es una intrépida princesa de rulos rojos y despeinados. Ha crecido dichosa y libre en medio de su clan en Escocia, comandado por su padre, el Rey Fergus, y en compañía de su madre, la Reina Elinor y sus tres traviesos hermanitos.

Pero, Mérida es ya una adolescente y ha llegado el momento de buscarle esposo. Elinor, como buena mamá, ha tratado de inculcarle modales dignos de una princesa a su rebelde hija; pero ésta es feliz simplemente cabalgando, comiendo manzanas y, sobre todo, utilizando su arco y flecha.

Llegan los jefes de los otros clanes, cada uno con su primogénito, para que la doncella pueda seleccionar a uno. Pero Mérida no está dispuesta a que decidan su destino. Las cosas adquirirán un matiz verdaderamente feroz.

La impresión inicial como espectador, es una sensación de frescura. Claro, ahí están los sellos Pixar: la magnífica animación (la cabellera de Mérida, un prodigio), los bien trabajados diálogos, los carismáticos personajes… pero el filme resulta fresco en especial, por su inusual trama.

El conflicto madre-hija no es nada nuevo. Y es que la relación entre los miembros femeninos de una familia tiene una infinidad de vetas inexploradas y de potencial dificultoso, en el que si bien hay amor y complicidad, también existe una innegable competencia por el control.

Quizá lo más relevante, es que la película refiere el asunto de la relación entre madre e hija, de una manera tierna y honesta que no rasura las espinosas aristas… y al que añade un toque poco convencional y cero pretencioso.

Pero el resultado que brinda está lejos de la dulzura: la cinta tiene su buena dosis de acción, abundantes chistes y muchos rudos escoceses entre sus personajes; suficiente para que el público masculino se identifique y divierta. FUENTE: Adriana Fernández.