1. La Princesa y el Sapo es deliciosa. Esta historia (sobre Tiana, una aspirante a restaurantera que vive en Nueva Orleans durante los 20) rebosa de sabores tan intensos como la receta para preparar gumbo que nuestra heroína hereda de su papá.
2. No sermonea. Tiana es, ¡y ya era hora!, la primera princesa de raza negra de Disney. La Princesa y el Sapo reconoce indirectamente lo que este hecho significa para ella en su era, pero sin excederse.
3. Todo ese jazz. La película deslumbra con sus alegres secuencias musicales, especialmente las que presentan a Louis, un cocodrilo que toca la trompeta, quien tiene cierto aire que recuerda a Louis Armstrong.
FUENTE: People