Siempre a tu lado (2009)

“Los perros aman a sus amigos y muerden a sus enemigos, al contrario de las personas, quienes son incapaces de amar puramente y mezclan amor y odio”, diagnosticó el padre del psicoanálisis, Sigmund Freud. Una película y una serie televisiva rinden homenaje a estos fieles y eternos compañeros de la humanidad.

Todos los días, cuando Parker Wilson llega de trabajar a la estación del tren, alguien lo espera.

Nieve, llueva, haga calor, lo espera. Es un tierno perro akita de nombre Hachi -el número 8, de buena suerte en Japón- agradecido eternamente con quien lo adoptó. Y ahí seguirá aguardando su llegada, diario, por 10 largos años, pase lo que pase.

La historia de Siempre a tu lado (Hachiko: A Dog’s Story), dirigida por el sueco Lasse Hallström, parece un cuento, pero no lo es. Ocurrió en Japón, el siglo 20, y la inmensa fidelidad del can se hizo tan famosa que hoy, en la estación de tren de Shibuya, existe una estatua de bronce en su honor.

“Hay una línea en un poema de Walt Whitman, uno de los grandes poetas estadounidenses, donde se pregunta por qué no podemos ser más como los animales en vez de estar discutiendo y quejándonos de Dios todo el tiempo”, dice Richard Gere, productor y protagonista del filme, al teléfono desde Nueva York.

“Los humanos no tenemos esa lealtad porque no somos tan directos y tan simples, tenemos demasiada conciencia de nosotros mismo, de cosas superficiales que en realidad no importan, y ellos no”.

Gere, de 60 años, confiesa que leyó el guión del filme a petición de su agente, y no pudo evitar llorar. Emocionado, decidió materializar el proyecto, y proponerle dirigirlo a su amigo el cineasta sueco Lasse Hallström, con quien no trabajaba desde The Hoax (2006).

“Lasse trabaja de manera muy sencilla. Él siempre confía en sus historias, y ésa es la manera en que quería hacer esta película, sencilla, sin trucos”.

En la realización de Siempre a tu lado, cuyo reparto completan Joan Allen y Sarah Roemer, fueron utilizados tres perros adultos y cuatro cachorros de akita. La consigna fue evitar a toda costa caer en sentimentalismos fáciles en pantalla.

Budista, amigo del Dalai Lama e interesado en la espiritualidad, Gere incluyó en Siempre a tu lado guiños al budismo pues cree que, de alguna manera, los perros son criaturas celestiales.

Alguna vez colaborador de organizaciones de protección de animales como PETA, el actor se confiesa amante de los perros y de la manera en que, a pesar de ver en blanco y negro, ellos distinguen más allá de las apariencias.

“Ahora mismo tengo un perro de nombre Billy, un border collie, y es el perro más dulce que existe. Es muy tranquilo y paciente. Cuando me siento a meditar, él viene y se sienta al lado mío por horas y me hace compañía”. FUENTE: Mario Abner Colina