Mi Villano Favorito 3 (2017)

Un malvado nunca había estado tan rodeado de bondad como en Mi Villano Favorito 3. En esta tercera entrega de la saga, el malo más temible y cariñoso, Gru, encuentra a un hermano perdido, luego de que en la cinta anterior lo vimos hallar el amor romántico y, en la primera, el amor paternal.

La dorada cabellera y el atuendo blanco del gemelo Dru, contrastan con la calvicie y la vestimenta oscura de Gru, pero luego de vivir separados, los hermanos se reencuentran para conciliar sus diferencias y, quizá, para enaltecer su sangre villana.

Sin embargo, no todo es magia para Gru y Dru, pues un villano ochentero, Balthazar Bratt, está dispuesto a arruinar la felicidad del mundo armado con hombreras, goma de mascar y sintetizadores.

Además de salvar el día con ayuda de su hermano y de su esposa Lucy, Gru debe mantener la armonía del hogar para sus hijas, Agnes, Edith y Margo, además de lidiar con la rebeldía de los minions, quienes, a pesar de su aspecto adorable, van a parar tras las rejas.

Tratándose de un villano que, teóricamente tendría los sentimientos medio aletargados, por todos lados es atacado, en el mejor sentido de la palabra, por la fuerza del amor.

El retrato que se hace de la maternidad es bastante fiel a la realidad actual, por lo que la cinta se vuelve entrañable también para los padres de familia.

Lucy es un personaje en el que vemos todos los matices que la mayoría de las mujeres pueden tener. Claro, no somos agentes secretos, aunque a veces sentimos que lo somos: sacamos tiempo en donde no hay y hacemos cosas que no creímos posible hacer.

El villano Balthazar Bratt se encargará de la nostalgia, la música y los artefactos ochenteros. Él fue famoso de niño y le viene la adolescencia, que es muy complicada, se queda resentido y eso lo hace que se convierta en un villano. via Fabiola Santiago