La Princesa y el Sapo (2009)

El clásico pasaje de la bella princesa besando a una rana toma un giro inesperado en el más reciente filme animado de Disney, “La Princesa y el Sapo” (Tiana y el Sapo, España).

Aunque está basado en el cuento “El Príncipe Sapo”, de los hermanos Grimm, la esencia del filme dirigido por Ron Clements y John Musker (Hércules y Aladino) busca recuperar el estilo musical y romántico que en el pasado consolidó a esta casa productora, comenta en entrevista John Lasseter, realizador de “Toy Story” y productor ejecutivo de esta historia.

“Los cuentos de hadas, el humor y la buena música siempre han sido parte medular del sentimiento de las películas clásicas de Disney, y eso es lo que quisimos rescatar”, afirma Lasseter.

No obstante, precisa el también animador, La Princesa y el Sapo significa un cambio importante no sólo de forma, sino de fondo, en las cintas de Disney. Y es que por primera vez una mujer estadounidense de color, trabajadora, que no tiene ningún tipo de abolengo real y para la que el amor no es una prioridad, es quien estelariza uno de sus filmes.

Tiana, una chica valiente y decidida, besa a un “príncipe sapo” que desea volver a ser humano, pero no obtiene los resultados esperados, embarcándose así en una gran aventura ambientada en los pantanos de Luisiana.

Este planteamiento argumental ha levantado cierta suspicacia en Estados Unidos al respecto de que la primera princesa negra coincide con el mandato del Presidente Barack Obama; sin embargo, Clements y Musker, los realizadores, comentan que es sólo eso: una coincidencia.

“El proyecto de este filme empezó hace más de 4 años, cuando Obama era senador y nadie se imaginaba que podría llegar a la presidencia. Así que no, no está relacionado, en absoluto”, advierte Musker.

Anika Noni Rose, la actriz negra que da voz a Tiana, admite que las circunstancias actuales han ayudado a que las características de su personaje funcionen con el público de todas las latitudes.

“Este filme viene a romper esquemas y sucede en el momento idóneo. No creo que antes existieran las condiciones para hacerlo. Aunque también creo que el hecho de que se trate de una princesa negra es algo más controversial para los adultos que para los niños”, dice la actriz.

Los directores de la cinta afirman que toda la audiencia se identificará con los rasgos de los personajes, sobre todo porque sus entornos son realistas pese a estar en un mundo lleno de magia y fantasía.

“Muchos aspectos los humanizan y los hacen más reales para las nuevas generaciones” puntualiza Musker.

En la cinta se aprecia el sarcasmo e inteligencia de Tiana, quien, a sus 19 años, trabaja como mesera con la motivación de triunfar y poner un restaurante en memoria de su padre.

El príncipe Naveen (el sapo), por el contrario, es despreocupado, no le gusta trabajar y, a pesar de su título nobiliario, está en bancarrota.