Kubo y la Búsqueda Samurái (2016)

En un antiguo Japón de fantasía, Kubo enfrentará una batalla con dioses y monstruos ancestrales para mantenerse con vida, apenas con la compañía de un mono, un escarabajo samurái y un guerrero de origami.

En Kubo y la Búsqueda Samurái (Kubo and the Two Strings), el protagonista lleva una vida tranquila, simplemente normal, en una pequeña villa. Suele contar historias y las ilustra con figuras de papel que mágicamente parecen cobrar vida.

Al llegar la tarde, Kubo debe regresar a casa. Su madre le ha advertido que no debe deambular por la noche, o sus tías y el Rey Mono, podrían tomar el único ojo que tiene. Y es que alguna vez perdió un ojo cuando era un bebé.

Un día, Kubo descubre la celebración en la que los vivos se comunican con los muertos, Obon. Por lo que decide intentarlo y comunicarse con su padre, desafortunadamente, no tiene éxito y termina frustrado y enojado.

Debido a la molestia, Kubo no se percata de la hora, ya es de noche, y sus tías han venido a arrebatarle su ojo. Su madre aparecerá y lo defenderá de sus hermanas, indicándole a Kubo que busque la armadura de su padre.

Todo termina en caos, cuando un espíritu del pasado regresa con deseo de venganza. De esta forma se reinicia un conflicto, y toda clase de dioses y monstruos comienzan a perseguir a Kubo.

Para sobrevivir, Kubo deberá localizar la armadura mágica que su padre, quien fuera considerado un legendario guerrero samurai en el pasado.

Se trata de una historia creada en stop-motion por el estudio Laika, creador de cintas como Coraline y la Puerta Secreta, Los Boxtrolls y ParaNorman. Por lo que la temática y animación serán diferentes a lo que estamos acostumbrados estos días.