Hotel Transylvania (2012)

Todo el mundo conoce las leyendas que rodean a los monstruos clásicos, pero casi nadie sabe que el Hombre Lobo es padre de 15 cachorros, La Momia tiene una voz privilegiada para cantar y Drácula tiene una hija de 118 años… justo el tipo de cosas que Genndy Tartakovsky quería revelar en su nueva cinta animada.

“Lo más difícil de ‘Hotel Transylvania’ fue que personajes tan conocidos como un Drácula, un Hombre Lobo o un Frankenstein había que hacerlos entrañables, jugar con las características que todos conocemos de ellos, pero que ofrecieran algo diferente, que no fuera la típica película de monstruos.

“Al tener personajes que forman parte de la cultura colectiva había que ir más allá”, reconoce el cineasta, quien con este filme finalmente da el salto de la televisión al cine luego de trabajar en exitosas caricaturas, como ‘El Laboratorio de Dexter’ y ‘Samurai Jack’.

Y es que si algo les sobra a los seres que se ven en la película es humanidad. Un ejemplo es Frankenstein, quien, a pesar de que mantiene la identidad que le creó la escritora Mary Shelley en 1818, ahora descubrimos que canta, baila y tiene una esposa, llamada Eunice.

Pasan los años, Drácula se ha hecho un castillo maravilloso y alejado de la civilización para que monstruos de todo el mundo -momias, fantasmas y demás- puedan hospedarse con toda tranquilidad sin ser molestados por esos seres crueles que tanto los odian, los humanos.

El problema es que en su afán por proteger a Mavis, quien ya ha cumplido 118 años, toda una señorita, Drácula provoca que uno de esos innombrables humanos llegue hasta su recóndito hotel… el vampiro está aterrorizado. via Adriana Fernández y Rodolfo G. Zubieta