Hace casi 60 años que estos titanes, dos de los íconos más impactantes del cine, se enfrentaron en una colosal pelea por primera vez. Un lagarto gigante radioactivo, misterioso como un viejo samurai, contra un colosal simio, con emociones casi humanas.
Pero a diferencia de la película de culto de Ishiro Honda, aquí se espera ver un claro ganador. No importa quién pierda, nosotros ganamos como público. Lo divertido es verlos pelear.
Si ves la película original de 1962, la mayor crítica que muchos hacen es que deja en el público interpretar quién ganó.
Esta película es un espectáculo, sus personajes, su diseño, sus efectos. Busca motivar a la gente a reconectarse con el cine, pues de ser posible, hay que verla en una sala de cine.
Maia es hija de Walter Simmons, un magnate de la tecnología, que está convencido de que los titanes, particularmente Godzilla, con un comportamiento errático, son un problema que debe ser atendido.
La historia se desarrolla 5 años después de Godzilla: Rey de los Monstruos (2019) y 51 después de Kong: La Isla Calavera (2017). Explora el concepto de la Tierra Hueca, que ha ocupado el pensamiento de civilizaciones antiguas y grandes de la literatura (Jules Verne).
La idea es conocer donde se originaron los titanes, y la organización secreta)Monarch quiere ir y asegurarse si aún son una amenaza para la humanidad.
En cuanto a los combates, se presentan las versiones más grandes de los monstruos en cuanto al cine de acción real. Godzilla, de 120 metros, no está dispuesto a que haya dos alfas con vida. Kong, de 102, no piensa arrodillarse ante nadie.
Colisionarán dos veces en el largometraje, la primera de ellas en el océano, una especie de tanteo. La batalla final, en Hong Kong, es la verdadera pelea.
Creerías que en una ciudad estás en terreno de Godzilla, porque estamos acostumbrados a que ese sea el terreno donde pelea.
Sin embargo, usamos la ciudad como una gran jungla para Kong, con edificios en lugar de árboles. info Mario Abner Colina