El secreto artístico de 'El Pájaro Loco'

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Hace 16 años, Tom Klein estaba viendo una caricatura de El Pájaro Loco titulada “The Loose Nut” (ver al final), cuando empezó a ver cosas.

Específicamente, Klein vio que el demente pájaro de copete rojo destruía un cobertizo a bordo de una aplanadora . Entonces, la pantalla estalló en imágenes que se parecían más a algo que Willem de Kooning habría colgado en una pared que al material de una caricatura de Walter Lantz.

“¿Qué fue eso?”, recordó haber pensado Klein, hoy catedrático de animación en la Universidad Loyola Marymount, en Los Ángeles. Fue tras años de labor de investigación académica que concluyó que había estado viendo arte genuino, ingeniosamente oculto por Shamus Culhane, un ambicioso y ligeramente frustrado director de animación. Culhane, quien murió en 1996, fue un pionero cuyas seis décadas en la animación incluyeron la secuencia de los enanos marchando y cantando “Heigh Ho”, en “Blanca Nieves y los Siete Enanos”, cinta de 1937.

En la edición de marzo de la revista Animation: An Interdisciplinary Journal, Klein relata una teoría intrigante. Señala que Culhane traspasó los límites de su oficio cuando trabajó en las caricaturas de El Pájaro Loco, en los 40, al introducir furtivamente instantes de un puñado de filmes de arte.

“Esencialmente, Culhane ‘ocultó’ sus ingeniosas incursiones a simple vista, dejando que transcurrieran tan rápidamente como para ser percibidas por la mayoría de su público”, escribe Klein en el artículo: “Woody Abstracted: Film Experiments in the Cartoons of Shamus Culhane” (Loquillo Abstracto: Experimentos Cinematográficos en las Caricaturas de Shamus Culhane).

Klein describe a Culhane, quien en ese entonces recibió crédito por su trabajo bajo el nombre de James Culhane, como un devoto de la vanguardia. Fue influenciado por los escritos de teóricos rusos como Sergei Eisenstein y Vsevolod Pudovkin, y pasaba algunas noches en la Galería Contemporánea de Estados Unidos, en Hollywood. Vio películas de Fritz Lang y Jean Renoir, podría haber visto pinturas de Oskar Fischinger y, definitivamente, “tendía a usar boina”.

En “Woody Dines Out“, de 1945, hay un fragmento de dos segundos de una explosión que, admitió Culhane en su autobiografía, “Talking Animals and Other People” (Hablando de Animales y Otras Personas), fue un momento inspirado en Eisenstein, escribió Klein.

La secuencia experimental más extensa fue en la colisión de siete segundos de la aplanadora, en “The Loose Nut”, también de 1945. Y, minutos después, en esa caricatura, Loquillo estalla en una configuración abstracta que, en su artículo, Klein llama “la convergencia de la animación y el montaje soviético”.

A mediados de los 40, Culhane hizo caricaturas, durante un breve periodo en Warner Brothers, y después en el estudio de Lantz, creador de El Pájaro Loco. FUENTE: Michael Cieply, NYT.

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