El Rey León (2019)

Con un sentimiento de impotencia atorado en la garganta, entendiendo que quizá es demasiado tarde para nuestro mundo, llegan las conocidas reflexiones sobre la vida, el poder, la familia, el liderazgo y las conexiones que compartimos todos lo seres vivos.

Así, llega la nueva versión del El Rey León, con los mismos mensajes, ahora transmitidos a una nueva generación.

Para algunos, las lecciones son aburridas, pero no dejarán de ser importantes. Y ese es, quizá, el objetivo al contar historias: proporcionar las lecciones y hacerlas interesantes para los más jóvenes.

Pasar el conocimiento de generación a generación hace que no se pierda la sabiduría y nos da identidad como sociedad, nos hace evitar errores que sí se pueden evitar. Eso casi no es interesante para los jóvenes de hoy, por lo que también se debe contar la historia de forma grandiosa, con mucha acción.

Para la nueva versión, que inició su preproducción en 2016, se utilizaron las herramientas tecnológicas más avanzadas, con la idea de darle un toque de hiperrealismo a la historia que todo el público conoce y adora.

Pero es inevitable mantenernos estáticos, y los tiempos han cambiado desde que se estrenó la cinta animada de Disney en 1994.

Por eso, ahora se hace énfasis en temas como la diversidad y la igualdad en el mundo. En otras palabras, ahora se hacen películas globales, pensadas en ciudadanos del globales. Al menos en eses sentido, el entretenimiento sí nos ha unido a todos por un par de horas.

El resultado es una cinta muy ambiciosa, y quienes participaron, tuvieron como tarea ser fieles al corazón del clásico animado, que en esta ocasión regresa con un tono más oscuro, adulto y complejo. A pesar de ello, mantiene las canciones y las escenas icónicas de 1994.

Con todas las piezas en su lugar, Disney confía que esta nueva versión dramática y visualmente impactante del clásico animado, inspirará a los jóvenes a respetar el poderoso ciclo de la vida.

Que comprendan que el conocimiento está disponible para todos, pero que cada uno es responsable de dejar a un lado las palabras, y actuar ahora, si es que deseamos disfrutar la vida en el futuro.