Dumbo (2019)

Todos tenemos alguna película que nos impresionó en la niñez, que recordamos con una mezcla de cariño y un poco de angustia. En especial, recuerdó mi animadversión por aquellos elefantes rosas de la animación clásica de 1941.

Desde entonces, Disney ha sido experta en contar historias llenas de magia, que tampoco son tímidas a la hora de incluir elementos duros y hasta trágicos.

Así fue Dumbo en su momento, y a pesar de los años, los temas de discriminación parecen ser los mismos. Muchos dicen que han habido avances, pero la realidad des que han sido ínfimos.

El Circo de los Hermanos Medici, manejado por Max Medici, ha visto tiempos mejores; el espectáculo está urgido de un nuevo número, que atraiga de regreso a los visitantes, y con ellos el éxito.

Por su parte Holt ,un veterano de la Gran Guerra, por fin está en casa. Antes de la conflagración mundial, él se encargaba de realizar suertes ecuestres, pero ha sufrido la pérdida de un brazo.

Durante su ausencia, Max ha cuidado a los hijos del artista: Milly y Joe. Pero Max no pierde la fe en su amigo y lo convierte en el nuevo cuidador de elefantes.

Como recordarán, Jumbo está embarazada, y la llegada de su bebé es todo un acontecimiento, en especial por el tamaño descomunal de sus orejas.

La ambientación de principios del siglo XX es muy atractiva… hay un atracón visual que recrea el pintoresco mundo circense -que desaparece en nuestros días- y los personajes que lo habitan y, lo mejor, es que no termina sepultado por un exceso de efectos especiales.

El pequeño Dumbo es un prodigio de la animación, se ve orgnánico y aun así nos recuerda a su versión clásica.

El resto de la adaptación quizá no convenza del todo al público, pese al fabuloso reparto, las actuaciones se perciben con falta de fluidez. Los diálogos y las situaciones sufren de esa misma rigidez.

Cuando anunciaron que Tim Burton sería el director, seguro que más de uno pensamos en una tragedia épica, pero en esta ocasión, el toque oscuro de Burton, brilla por su ausencia.

Debido a los temas de acoso y discriminación, este relato es políticamente correcto… lindo, pero nada más.