Capitana Marvel (2019)

En Captain Marvel, las mujeres se lucen en serio, con poderes o sin ellos: Carol Danvers, la Dra. Lawson que oculta su identidad, la amiga piloto Maria y la pequeña hija de ésta. No obstante, el tema de este relato simpático y entretenido, pero irregular es otro.

El núcleo de una trama inspirada en la heroína de Marvel Comics creada en 1967 y reacondicionada en varias ocasiones, hasta que en el 2012, se da paso para convertir a la hasta entonces Ms. Marvel en la Captain Marvel que conoceremos en la película.

Un personaje que busca su identidad perdida y que se ve en la necesidad de reencontrarse a sí mismo para extraer todo su potencial.

Toda esta historia emocional y de recuerdos vagos, fragmentada a lo largo del filme, consigue que Captain Marvel luzca distinta a otras obras del que hoy en día es el más célebre universo fílmico de superhéroes.

Se ha sacrificado mucho de las escenas de acción vertiginosas, en aras de otorgar más seriedad y profundidad al argumento.

Se ha apostado por un elemento que funciona muy bien tanto a nivel de trama como de concepto. Por un lado, la nostalgia noventera, un periodo poco abordado que trabaja muy bien a nivel humorístico y, a su vez, una suerte de homenaje retro en vestuario y diseño de producción que recuerdan a clásicos como Metrópolis (Alemania, 1927) y Aelita (Unión Soviética, 1924).

El problema es que se nota la inexperiencia de los directores, el ritmo es disparejo y la trama no avanza como uno esperaría.

No obstante, Carol está muy bien en su papel como Capitana Marvel y tiene una química notable con el siempre espléndido Nick Fury y la ambigüedad de los villanos resulta atractiva.

Así, todo queda preparado, y conectado, para culminar esta etapa en el universo Marvel, con Avengers Endgame este mismo año. info Rafael Aviña