Blanca Nieves (2025)

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En el fondo, todavía no entiendo del todo la idea que tiene Disney al explotar -casi de forma literal- la propiedad intelectual de sus cintas animadas, y no porque haya algo intrínsecamente atractivo en convertir estos cuentos de hadas en versiones reales, menos que sean sublimes y sí muy forzadas.

Lo que venden los remakes es la novedad de la transformación, propia de un parque temático, y quizá de una sociedad.

Dicho esto, la alegre, vivaz y lo suficientemente romántica como para pasar desapercibida Snow White (Blanca Nieves) podría ser una excepción a la regla.

La película es más ligera, más juguetona, menos pesada que los remakes de acción real de Disney, como “Alicia en el País de las Maravillas“, “La Bella y la Bestia“, “Dumbo” o “Mulán”.

Y a pesar de las críticas, la nueva Blanca Nieves tiene un brillo alegre y atractivo, y la Reina Malvada brilla divinamente con su elegante capa de color púrpura oscuro, corona, uñas como dagas, labios y ojos negros a tono, como la diva más furiosa del mundo.

Hubo mucho de qué hablar en cuanto se anunció la película: una Blanca Nieves con rasgos latinos, una niña abandonada en el bosque —donde el Cazador es demasiado bondadoso para cumplir la orden de la Reina Malvada de asesinarla—, siete hombres bajitos, simpáticos y pendencieros de 249 años con barbas creados completamente por computadoras en lugar de actores reales.

“Blanca Nieves y los siete enanos” de 1937 fue el primer largometraje animado de Walt Disney, y probablemente el más poético. ¿Y será la más encantadora de todas? Pero una cosa es cierta: Blanca Nieves es, después de todo, una historia de amor.

De hecho, la historia de amor se mantiene casi intacta en esta nueva entrega. El legendario príncipe ha desaparecido, reemplazado por un noble rufián, Jonathan, a quien Blanca Nieves conoce por primera vez cuando intenta robar unas papas de la cocina del castillo.

Su flirteo es muy Disney, o muy “Frozen”, donde el amor se debate con la tentación del empoderamiento. Diría que es revelador que en una película que revive con exuberancia la mayoría de las canciones clave de la “Blanca Nieves” original (“Heigh-Ho”, “Whistle While You Work”), los cineastas hayan descartado “Someday My Prince Will Come”.

Esto tiene sentido, ya que el príncipe ya no es un personaje. ¡Pero qué canción se perdió en nuestro tiempo! Tenía una magia cautivadora, y esa capa de magia ya no está presente en la nueva Blanca Nieves.

Sin embargo, el viaje emocional de nuestra heroína se mantiene, al igual que el encantador y siniestro diseño de la historia: la relación de la Reina Malvada con su Espejo Mágico (el rostro de su maligno narcisismo); y cómo Blanca Nieves, tras la muerte de su madre, la Reina Buena, y el envío de su padre, el Rey Bueno, a la guerra para no regresar, se convierte en una sirvienta como Cenicienta, solo para descubrir quién es en compañía de sus siete alegres amigos del bosque.

Con personalidades cautivadoras y rostros cómicamente expresivos, los gnomos CGI dan vida a la película, ya sea el caprichosamente pedante Doc, el filosófico Gruñón o el incongruentemente juvenil, mudo y orejón Tontín.

La Reina Malvada no solo oprime a Blanca Nieves. Es una fascista que siembra el terror en la tierra, saqueando sus riquezas y destruyendo la humanidad de la gente. ¿Acaso eso la convierte en una metáfora consciente de nuestro mundo actual?

Podríamos decir que hemos visto otras gobernantes de cuentos de hadas muy parecidas a esta. Sin embargo, las películas conectan de maneras misteriosas. ¿Quién hubiera pensado que un remake de acción real de Disney podría ser tan marcadamente político?

Al final, la sensación romántica más resonante que te deja Blanca Nieves puede ser: Algún día mi gobierno autoritario se derrumbará. info Owen Gleiberman

Título Original: Snow White (2025)
Dirigida por: Marc Webb
Con: Rachel Zegler, Gal Gadot, Andrew Burnap, Andrew Barth Feldman, Tituss Burgess, Martin Klebba, Jason Kravits, George Salazar, Jeremy Swift.
Estudio: Walt Disney Pictures
Sitio Oficial: facebook.com
Rating: PG-13 -Guia de Padres Recomendada; Mayores de 13 Años-
Fechas de Estreno: EE.UU. 21 – Mar, ESPAÑA 21 – Mar, MÉXICO 20 – Mar
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