La temible soledad

Soloverito
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Sólo en lo últimos años la soledad ha sido considerada como un problema clínico, que requiere de una terapia específica. El tema ha cobrado enorme importancia, ya que tiene una alta incidencia, tanto en la población en general, como en personas que presentan algún grado de desajuste. La soledad también se considera como uno de los posibles factores que causan otros desórdenes. Entre ellos depresión, suicidio y graves problemas médicos, como las enfermedades cardiovasculares.

Este problema había sido sistemáticamente negado como un trastorno que requiere de una atención seria, tal vez porque quienes lo sufren no siempre admiten que puede ser la raíz de otros males. O no quieren reconocerse como “solos”, debido a que experimentan vergüenza de sus sentimientos o de su inadecuación para superar el aislamiento.

¿Cómo se diagnostica?
Resulta fundamental para el terapeuta diagnosticar correctamente la soledad y determinar si en realidad existe. Porque muchas personas se definen como “solas”, sin serlo en realidad.

¿Qué es entonces la soledad?
Psicológicamente se define como la ausencia, real o percibida, de relaciones sociales satisfactorias, que se presenta con síntomas de trastornos psicológicos y desadaptación, como ansiedad, depresión, insomnio, abuso de drogas y alcoholismo.

Sufren de soledad los individuos que tiene carencia de:
una persona cariñosa de quien depender,
alguien que lo atienda,
oportunidad de expresar sentimientos íntimos a otra persona,
un grupo de amigos del cual sentirse parte,
alguien que necesite de su amor,
alguien que lo desee físicamente,
personas con quienes compartir valores e intereses,
amigos para compartir actividades recreativas,
relaciones en el trabajo,
un sentido de confianza en los amigos íntimos,
intimidad física en forma regular.

Es importante destacar que existe la soledad crónica en aquellas personas que no han sido capaces de establecer relaciones satisfactorias por un período de varios años y por lo menos a través de dos etapas de su vida, como podrían ser la adolescencia y la adultez joven; o la adultez joven y la edad madura.

También existe la soledad temporal, que incluye un estado de ánimo breve y ocasional de soledad, por ejemplo después del trabajo, o durante los fines de semana.

Tratamiento
Los problemas de soledad se tratan en el mismo contexto en que se analiza la depresión.

La experiencia de los psicólogos con personas solitarias, sugiere que la mayoría de éstas no parecen ser significativamente más exigentes que otras personas, y que sin embargo tienen amistades que serían insatisfactorias para la mayoría de la gente.

Por lo tanto, el entrenamiento por lo general incluye cambios conductuales específicos en la forma de iniciar y profundizar sus relaciones sociales del paciente, tanto en el momento actual, como antes de que surgiera el problema.

Se investiga:
a) la cantidad de tiempo que el pacientes pasa con sus amistades;
b) la capacidad de la persona para “abrirse” frente a otros, hablando de sus sentimientos y pensamientos íntimos;
C) las conductas “cariñosas” que los amigos otorgan al paciente, (para determinar hasta qué punto cada amigo puede ser confiable y cuánto puede depender de ellos, especialmente en los momentos de crisis) y d) la intimidad física, que incluye la regularidad de estos contactos y la satisfacción que el paciente obtiene del aspecto físico de cada relación.

Es muy probable que exista una sobreposición de estos cuatro elementos, pero sirven para evaluar la naturaleza de la soledad del paciente. Porque puede ser solitario por las dificultades que tiene para iniciar una relación, o para profundizarlas.

Por otra parte, los pacientes crónicamente solos a menudo revelan muchos síntomas de depresión, como inactividad, pérdida de energía y pérdida de placer en actividades que para la mayoría resultan agradables. Se sienten aislados, diferentes a los demás; se quejan de que nadie los entiende; que a nadie le importan.

Esta actitud puede ser cambiada. Y el nuevo enfoque terapéutico para tratar la soledad como un problema clínico, permite desarrollar estrategias cognitivas y conductuales.

Alfredo Ruiz, Psicólogo y psicoterapeuta

Fuente : www.inteco.cl

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