Hollywood entra a otra dimensión

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Hollywood está viendo el futuro a través de unos lentes de plástico polarizados. Sangriento San Valentín (My Bloody Valentine), Coraline y la Puerta Secreta y la película del concierto de Jonas Brothers fueron apenas un calentamiento.

El resurgimiento de las películas en 3-D inicia cuando Monsters vs. Aliens, la más reciente película cómica animada por computadora de Dreamworks, se estrene en las salas de cine en Estados Unidos.

Cuando menos otros 12 títulos le seguirán este año, entre ellos cintas como Up, la primera incursión de Pixar en el formato; Ice Age: Dawn of the Dinosaurs, una rara oportunidad de ver aplastado en 3-D al siempre accidentado Scrat; y Avatar, el regreso de James Cameron a los largometrajes después de un periodo de 12 años que intentará hacer por las películas de suspenso futuristas de acción real lo que Titanic hizo por los barcos hundidos.

Si va a haber una actualización para la era digital de lo que alguna vez fue una novedad en los 50 -y convencer a más operadores de salas de cine para que inviertan más de 100 mil dólares para hacer la conversión de tecnología- el momento es hoy, con títulos listos para ser estrenados.

Los estudios parecen, cuando menos, haber resuelto los problemas de calidad. No obstante que a DreamWorks le ha tomado más tiempo que a Disney, Warner Bros. y Sony unirse a la revolución de la 3-D, la espera aparentemente valió la pena, si es que las primeras reacciones sobre Monsters vs. Aliens son una señal.

Hasta hace poco, la mayoría de las películas en 3-D, producidas para pantallas de cine no IMAX, eran películas convertidas de 2-D. Sin embargo, Monsters vs. Aliens, fue diseñada y filmada en 3-D.

“Qué mejor película para hacer en 3-D”, dice el director Conrad Vernon, refiriéndose a sus alusiones de parodias de películas de ciencia ficción de los 50. “Éste pareció ser el momento perfecto”.

Sin embargo, aunque Vernon y el también director Rob Letterman tomaron algunos detalles de las películas de terror en 3-D de la vieja escuela, como Creature From the Black Lagoon y House of Wax, intentaron evitar la trampa de exagerar los trucos que desafían la profundidad.

“No queríamos que esto fuera un ardid publicitario”, dice Letterman. “Quisimos usarlo como una herramienta y tomar decisiones en base a un punto medio”.

La diferencia, al menos para los que estuvieron en el preestreno, fue perceptible.

“Los efectos salían hacia ti”, dijo entusiasmado Alex Lundgren, de 9 años de Great Falls, Virginia.

Se sintió como si uno estuviera exactamente ahí. En otras películas, era como si las cosas brincaran de la pantalla. Ésta fue más real”.

Bill Pagnella, de 63 años, de Fort Washington, Maryland, dice que él y su hijo Joey, de 8 años, irían más al cine si hubiera más películas en 3-D. Tienen planeado ver Up, cuyos cortos se incluyen en Monsters vs. Aliens.

“Es emocionante que de nuevo se esté poniendo de moda. Me gusta la calidad de la 3-D y el sonido”, aseguró.

Estas reacciones no sorprenden a Jeffrey Katzenberg, el magnate de los personajes animados de DreamWorks, quien pasó gran parte del año pasado viajando por el mundo para hablar de las maravillas de la 3-D. Katzenberg compara su potencial impacto en el cine con la llegada del sonido o del color a las películas.

“No ha habido ninguna verdadera innovación en muchas décadas en la experiencia de ir al cine”, dice el magnate, quien agrega que de ahora en adelante las producciones de su compañía serán todas en 3-D.

“Las personas quieren emocionarse con algo especial y único que suceda en las películas, algo que no pueda suceder en ninguna otra parte”. FUENTE: Susan Wloszczyna

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